Tiene la capacidad innata de
reescribir en versos la belleza.
Y digo innata, porque es
alucinante cómo lo hace.
Puede que sus sueños ya no
duerman, pero viven.
Se esconden entre las agujas del
reloj y su piel,
es uno de los mejores lugares dónde
pueden habitar: en su piel.
Peca de cabezota, de no ser de sonrisa fácil,
pero también peca de una belleza interior llevada al
extremo.
No tengo muy claro si corre el riesgo de perderse entre la
noche y los versos.
Seguramente sí.
Ha delineado amaneceres tras madrugadas muy largas,
mirando hacia algún lugar dónde sólo había oscuridad.
Dónde las estrellas dormían sobre el manto del cielo,
arropadas por el astro madre: la luna.
Todo aquel o aquella capaz de versificar algo, lo dota de belleza... Tu lo acabas de hacer :)
ResponderEliminarTe sigo
Pd: Pasate por mis blogs en tener un rato, tal vez en un momento de insomnio ;)
¿Innata? ¿O aprendida?
ResponderEliminarEs una capacidad innata, puede que haya aprendido a matizarla. Lo de escribir es algo que se tiene desde siempre.
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