domingo, 27 de abril de 2014

Me he tragado todas las mariposas que te nacieron en la boca y estoy flotando

Te leo con la levedad de una caricia
todos los poemas que necesites.
En voz bajita,
viéndote, sintiéndote, latir muy fuerte.

Te miro salvajemente a los ojos
como la fiera que llevo dentro 
y aún desconoces.

Te escribo con las manos porque
el corazón ya se pilló los dedos
en puertas y ventanas.
Pero toda la tinta es sangre
y tú me corres por las venas.

Te siento con los cinco sentidos
hasta inventarnos otro más.
O varios.
Mientras te quedes.

Te quiero de todas las formas posibles,
ya inventadas,
reinventadas
y desconocidas.

Te quiero a mi lado.
Joder, eso no lo olvides.

sábado, 19 de abril de 2014

Te estaba viviendo o matándome

He probado sonrisas
que tenían el sabor más puro
a vida
y muerte.

Muerte 
si tardaba mucho tiempo
en volver a besarlas.

Sonrisas que
me hacían creer estar soñando
con los ojos abiertos pero,
sin embargo,
estaba viviendo la mejor realidad de todas.

O eso creía.

Te estaba viviendo. 
O matándome.

Sonrisas que sabían a menta y tabaco,
otras a vainilla o café.
A cerveza.
A sexo.
A mí.
A poesía en tu espalda, mi vida
hecha jirones.
Al final, a mentiras.

Sonrisas que contenían la excitación
e instintos más primarios.
Sonrisas de noche de hotel
y habitación desconocida.
De cama enorme
y abrazos que no terminan de serlo.
De sueños y promesas incumplidas.
Otra vez.

Sonrisas de animal que enseña bien los dientes
para clavármelos a bocados después.

Sonrisas que duelen pero
salvan a la vez.

Sonrisas que salían bailando entre dientes
de la misma 
y hasta entonces
única boca
que me apetecía morder.

Sonrisas que me pertenecían
y acusaban de culpable.
Todas son de él.
      eran