viernes, 11 de enero de 2013

Cada noche, desde entonces.


Resulta inapropiado intentar poemizarte (Al menos hoy).
Los kilómetros en invierno se atragantan
y queman, pese al frío.
Las palabras enmudecen por más que alzamos la voz.
En mi garganta se quiebran demasiados puntos suspensivos sin ti,
con algún que otro punto de sutura.

Catapultamos la estela de los sueños
para naufragar en mitad de la nada.
Por ti, por mí (Por nosotros).

Nos prometimos un mundo que está en lista de espera,
y va para rato.
Con los ojos abiertos como platos y el oído agudizado,
intentamos disimular que lo que nos rodea, nos da igual.
Cuando, en realidad, no es así.

Y quedan noches por compartir.
Hasta las tantas, sí. Como en verano.
Que llevo apuntadas la cantidad de noches que me debes,
mientras (te)pienso y (te)escribo.
Rozan casi unas veinticuatro hojas de calendario.

Que guardo la primera conversación, hasta ahora.
Te tengo en palabras, bajo la copia de seguridad de whatsapp.
Cada noche, desde entonces.

4 comentarios:

  1. A veces al mundo deseado que está en lista de espera le acaba tocando el turno y otras veces es un mundo muy diferente del que habíamos imaginado el que nos corresponde.

    En casos así siempre podemos acordarnos de lo vivido, ese refugio al que siempre se puede volver, aunque a veces sea venenoso

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  2. El final de esta entrada me ha recordado al historial de conversaciones del msn, y a la cantidad de papel que gasté imprimiendo conversaciones que para mí eran importantes, significaban algo... Y al final las guardé en una caja que no suelo abrir, porque es la caja de los recuerdos que hacen daño.
    Me gusta tu nuevo blog :)

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  3. no dispongo de whatsapp y hasta hace poco no sabía lo que era. también quisiera decirte que he tenido que copiar la palabra de tu poema pues tampoco sé escribirla bien, el caso es que este poema tan de cuerpo, de horas frías y carreteras rodando, de distancia y temblor, me ha encantado y quería darte las gracias por escribirlo.
    un abrazo.

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