Nos tiran de la lengua.
Esperando oír lo que quieren
sin saber escuchar
los latidos del corazón
como golpes en la garganta
atascado entre cuerdas
que estrangulan
vocales
abriéndose paso entre dientes
latiendo fuerte
fuentes
de emociones y miedos
vómitos sin suerte
mientras asienten,
ellos,
los muy cabrones,
con la sonrisa más puta
dibujada en la cara,
que aquí no ha pasado nada.
Se lavan las manos en sangre
se bañan en fango
y aún así con esas y con otras
creen salir mucho más limpios.
Se atreven a doler a ojos cerrados
como quien hace daño queriendo
sin querer
ser consciente de que lo ha logrado.
Nos tiran de la lengua.
Esperando oír lo que quieren
sin saber
sin tener ni puta idea de.
Que el diablo sabe mucho más por viejo.
Nos tiran de la lengua
al cuello
y a matar.
Y no nos consiguen
ni por las malas ni por las peores
como todos ellos quieren:
siguiendo como ovejas al que dice ser pastor
por un campo muerto
con miedo a que ese perro viejo que ladra
sepa morder de verdad.
Y mucho menos olvidar que aquí seguimos,
que no estamos solos
que puestos a sudar
vamos a luchar
hasta darlo todo
por un poco de estabilidad al volar.
Sublime, un placer leerte
ResponderEliminarIncendiaria iconoclasta. Mola.
ResponderEliminarGrandioso, de verdad.
ResponderEliminarGrandioso.
Y cuando lo consigamos y ellos sigan dando bandazos veremos quién tiene la sartén por el mango.
ResponderEliminarSalud.
Hola soy Laura, escribo sobre el Insomnio. Encantada de pertenecer a
ResponderEliminareste Blog.
Impresionante declaración.
ResponderEliminarCuando nosotros nos demos cuenta de que somos mayoría, ellos temblará porque no sabrán esconderse entre la multitud.
Cuídate.